Cuando Entra El Viento

Te da escalofrío, la mente no piensa y al corazón le dan cosquillas. Las hojas del libro se apresuran para llegar al nuevo capítulo. La sonrisa frecuenta más a menudo los labios y los ojos exhiben el deseo consumado.

Neblina

Agotamiento, desolación, angustias.

Búsqueda de luz tenue para guiar los pasos que están en pausa por falta de un camino para recorrer.

Gozos que descansan esperando la tormenta que los despegara del pavimento para que nos vuelvan a salpicar.

Flagelando la Melancolía

Difícil tarea que tenemos que hacer para darle un respiro al alma.

Rancias cartillas que nos enseñan las herramientas que debemos usar cuando los sentimientos pesan tanto que nublan el hoy.

Apaciguar los acelerados pálpitos que extenúan el corazón.

Sacudir los recuerdos que desencadenan las turbulentas olas que nos arrastran al fondo y nos quitan por un segundo, la luz.

Escondite

Paraiso propio que visitamos a menudo. Escaparate donde guardamos momentos preciados para luego usarlos en amaneceres lluviosos. Melodías que se refugian en las esquinas para dirigir los bailes que nutren el alma. Rincón donde descansamos y soñamos lo que algún día formara parte de nuestro mapa. Espacio con luz suficiente para iluminar los solitarios anocheceres.

Naufragio

Acostarte al lado de tu sombra y dejar que te robe un lamento. Pétalos del corazón que se marchitan y a veces demoran más de una temporada en volver a salir. Cansancio continuo que no se desplaza aunque descanses. Parpados que se ponen pesados y nos cierran la mirada para que el alma repose un segundo. Espacios que buscan reducirse para cargarse más rápido y evitar descargas descomunales. Suspiros sin aire y palabras sin aliento.