Thursday, March 29, 2012

Falsas Mariposas

Nunca imaginó que todo aquello podía suceder de verdad. Pensaba que aquellas conversaciones que oía sin querer mientras su madre atendía la visita de sus amigas, eran sólo cuentos, que esa no era la realidad. ¿Cómo es eso de que el amor, en lugar de aumentar con el tiempo, decae y aquella persona con la que querías estar las veinticuatro horas del día, ahora como que te estorba? El razonamiento de aquella adolecente no registraba bien esta filosofía del amor. Aunque era una joven un poco sarcástica y con un humor gris, las cosas del amor siempre fueron blancas, sin manchas. Para ella estaba todo muy claro: conoces, te enamoras, te casas y vives feliz y enamorada. Lo que no se imaginó es que este proceso puede durar una eternidad. O tal vez unos días, unos meses, pocos años. O posiblemente nunca.

El tema clásico que no podía faltar en las visitas que tenia la madre de Donnata con sus amigas era la escasez de enamoramiento que había en sus vidas conyugales. Sí, es así, triste, pero ¿qué le vamos hacer? «A veces quisiera llegar a la casa y no verlo, me asfixia su presencia, me estorba el andar. Menos mal que tengo el salvavidas que me da oxigeno cuando necesito respirar», decía con cara de pícara Daniela, la madrina de Donnata.

Cristina, quién llevaba casi dos décadas de casada y sólo tomaba ron con un hielo, se limitaba a decir: «Yo lo quiero pero las maripositas volaron hace mucho tiempo». Eugenia, la más entrada en años y a la que traía siempre su botella de Malbec, repetía varias veces mientras las otras lloraban de risa: «A mí ahora en lugar de cosquillas me dan náuseas.

Donnata nunca olvidó aquellas conversaciones donde sólo fue una oyente anónima y siempre anheló que esas historias nunca se repitieran en su actual vida de casada. Con dos hijos y casi diez años de matrimonio, Donnata toma ron o Malbec, sufre de náuseas constantemente y aunque hace muchos años que las mariposas volaron de su lado, ella ha encontrado a un salvavidas que le sopla aire fresco y le cura sus frecuentes malestares.

Hoy


Hoy respiro mi aliento y saboreo mi caminar.
Hoy disfruto mis recuerdos y me envuelve cada episodio.
Hoy mi visión es mas profunda y mis recuerdos mas claros.
Hoy escucho los susurros y grito los placeres.

Almohadas Ajenas



Lugar donde podemos reposar nuestros sueños y donde otros, sin saber, comparten los suyos. Aromas que nos penetran y luego van perfumando el amanecer. Descansos esporadicos donde se descargan los sentimientos nomadas.